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Entre gorilas por el parque impenetrable de Bwindi

Perseguir a los gorilas entre la frondosa selva ugandesa en sin duda una de las experiencias más increíbles que tuve en Uganda, si bien a la vez una de las más costosas. Habrá a quien no le merezca la pena pagar tal cantidad de dinero por una mañana empapada en sudor y de dura caminata siguiendo a gorilas salvajes, pero eso ya entra dentro de las preferencias y presupuesto de cada uno.


¿Cuándo ir a ver los gorilas?


La temporada de lluvias es de marzo a mayo y de octubre a noviembre. Hay una temporada menos lluviosa entre noviembre y diciembre. Las estaciones secas son de diciembre a febrero y de junio a agosto. El mejor momento y los mejores meses del año para hacer el trekking serían de diciembre a finales de febrero y de junio a septiembre.


¿Cómo conseguir el permiso?


Lo más sencillo es sacar el permiso en las oficinas del Uganda Wildlife Authority en Kampala, la capital, y no te llevará más de una mañana hacer el trámite. No te olvides de llevar el pasaporte.



Un boda (o moto taxi) hasta allí cuesta unos 5000 chelines (1€). El edificio del Uganda Wildlife Authority se encuentra junto al Museo Nacional, por lo que no tiene pérdida. Las oficinas abren de 8 de la mañana a 5 de la tarde de lunes a viernes y de 9 a 13h. los sábados. Aún así te recomiendo que vayas temprano para evitar colas y tramitar todo sin prisas.


Para volver a la ciudad se puede coger uno de los muchos matatus (minibuses) que recorren la zona, cuestan 1000 chelines (0,20€).


¿Cuánto cuesta el permiso?


Depende de la temporada, durante la temporada seca el permiso cuesta 600 dólares y durante la temporada lluviosa 450. En las oficinas del Uganda Wildlife Authority no se puede pagar con tarjeta, por lo que hay que llevar el dinero en efectivo. Alrededor del edificio hay cajeros de distintos bancos en los que se puede sacar dinero sin problema.


¿Qué zona elegir?


Al llegar a la oficina a sacar tu permiso tienes que elegir el día en el que entrar al parque, teniendo en cuenta que durante la estación seca hay más demanda de plazas y puede que no haya disponibilidad para el día que elijas, por eso es mejor tener cierta flexibilidad en los días por si acaso.


En el Bwindi Impenetrable Forest National Park hay 3 zonas para ver gorilas: Nkuringo, Ruhija y Rushaga. Cuando pidas el permiso tendrás que elegir una de ellas, yo te recomiendo la zona de Ruhija, donde es casi seguro ver a los gorilas y cuya entrada no está muy alejada de Kabale, ciudad desde la que hay que alquilar un coche con conductor para llegar al parque.

¿Cómo llegar?


Desde Kampala lo más sencillo es ir a Kabale en autobús desde la estación principal de la capital. La compañía que yo tomé se llamaba Gateaway y el billete me costó 25.000 chelines (5,50€) El bus tarda unas 8 horas en llegar.


Una vez en Kabale cogí un boda hasta el Kabale Backpackers, un modesto pero correcto hostal desde el que Brian, el chico de la recepción, me organizó el taxi para ir al parque Bwindi. Es imprescindible negociar el precio.


La noche en el hostal me costó 25000 chelines (5,50€)


El trekking con los gorilas


El día indicado salí en el coche con mi conductor a las 5 de la mañana hacia el Bwindi Impenetrable National Park, un increíble bosque tropical, de los más antiguos de África. Aquí, además de muchas otras especies, viven unos 360 gorilas, algunos de ellos habituados a la presencia humana.


Llegamos a la puerta de Ruhija, la más cercana a Kabale, a las 7.45h. con mi permiso de 600 dólares. Allí me esperaban otras dos parejas y los guardias del parque, que nos acompañarán en todo momento. Nos explicaron las normas y comenzamos, bajo un sol espléndido, a buscar gorilas. La selva es muy tupida y hay posibilidad de contratar porteadores que te lleven la mochila y te ayuden, ya que el terreno es muy resbaladizo.


Después de hora y media de caminata vimos al primer gorila recostado en la hierba, era enorme. Había muchos adultos y crías jugueteando en los árboles y, aunque se supone que por seguridad hay que estar a 7 metros, la distancia se acorta y se aproximan bastante. Terminamos la agotadora visita a mediodía, en total estuvimos una hora y media disfrutando de los gorilas en libertad.


Una vez terminada la visita los guardias del parque nos dieron un certificado por haber terminado el trekking. Mi conductor me recogió y me llevó de vuelta a Kabale. Sin duda, y a pesar de la humedad, el calor y el cansancio, fue una de las experiencias más fascinantes y bonitas que tuve en Uganda.


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